Las gradas de Atotxa

Atotxa fue un campo con mucho nombre.

El ambiente, el olor, el sonido, el espacio, la sencillez… Atotxa era un estadio con mucha personalidad. Esto se veía reflejado en los nombres que los propios aficionados de la Real Sociedad daban a sus cuatro gradas.

Debido a su cercanía con el césped, las gradas ejercían de presión sobre el rival. Esa personalidad acababa contagiando al equipo y al resto de aficionados.

Atotxa era muy especial, y así lo recordaremos.