Benito Díaz, el pionero entrenador de la Real

Hay gente que no sabemos que ha hecho cosas que deberíamos saber. Benito Díaz es una de esas personas.

La Real Sociedad fue un equipo amateur hasta finales de la década de los 20. Vivió una transformación para hacerse su sitio entre los grandes. Se modernizó, se profesionalizó. Y el artífice de este cambio fue Benito Díaz.

Nacido en Donostia, Benito Díaz llegó a la Real con 17 años, después de haber jugado con varios equipos de la ciudad. Durante los 10 años que perteneció al club txuri-urdin, jugó 32 partidos y marcó 9 goles. En 1926, aún siendo jugador, se convirtió en entrenador del primer equipo. Fue su antecesor, Lippo Hertzka, quien recomendó a la directiva que fuera él su sustituto. En su primera etapa, que se alargaría hasta 1930, logró llevar a la Real hasta la final de Copa. La famosa triple final contra el Barcelona. 

Después, dejó a un lado el fútbol para dedicarse a los negocios. Con el estallido de la Guerra Civil, aprovecho sus contactos en Francia para exiliarse allí. Se buscó la vida como entrenador, y recaló en el Girondins de Burdeos, al que proclamó campeón de Francia amateur en 1937.

Bento Díaz regresó a la Real en 1942, y ocupó el puesto de entrenador hasta 1951. Debutó con un ascenso, y más tarde, volvió a jugar una final de Copa ante el Barcelona.

No logró ganar títulos, pero su grandeza va más allá de meros logros. Y es que Benito Díaz sigue siendo, a día de hoy, el entrenador que más partidos ha dirigido a la Real en toda su historia: 389. Durante las 13 temporadas que fue preparador, ganó 192 de esos 389 encuentros. También revolucionó el fútbol con la implantación del famoso sistema WM, un sistema que representaba el trabajo colectivo. Fue uno de los primeros grandes estudiosos del fútbol.

No sólo cambió la forma de ver el fútbol en Donostia. Fue un referente también a nivel estatal, llegando a ser seleccionador o dirigir la Escuela Nacional de Entrenadores.

El Tío Benito, el pequeño hombre que comenzó a hacernos grandes.